Benedito Pérez de Inestrosa T, Vallecillos Pérez MM, Torres Andrés B, Molina Pérez-Aradros MN.
fml. 2013; 17(8):2p
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Tiña pedis.
Tinea pedis.
Teresa Benedito Pérez de Inestrosa1, Mª Mar Vallecillos Pérez1, Bernardo Torres Andrés2, Mª nieves Molina Pérez-Aradros2.
1.- Médica de familia.
2.- Enfermero/a
El Ejido. Almería.
Correspondencia: Dra. Teresa Benedicto. teresa.benedito@gmail.com
Citar como: Benedito Pérez de Inestrosa T, Vallecillos Pérez MM, Torres Andrés B, Molina Pérez-Aradros MN. Tiña pedis. fml. 2013; 17(8):2p
Recibido el 20/10/2012
Aceptado el 1/12/2012
Publicado el 31/01/2013
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Resumen
Se presenta el caso de un paciente inmigrante, sin antecedentes médicos de interés, trabaja en los invernaderos de la zona, y que acude en verano a consulta por presentar mal olor y sudoración excesiva en ambos pies. Ante los factores predisponentes (exposición laboral en condiciones de humedad, calzado inadecuado, falta de higiene) y la exploración se diagnostica de tiña pedis o pie de atleta.
Caso clínico
Se presenta el caso de un paciente inmigrante, sin antecedentes médicos de interés, trabaja en los invernaderos de la zona, y que acude en verano a consulta por presentar mal olor y sudoración excesiva en ambos pies.
A la exploración el pie tiene un aspecto macerado, con descamación, y fisuras de localización interdigital, y en la plante del pie.
Ante los factores predisponentes (exposición laboral en condiciones de humedad, calzado inadecuado, falta de higiene) y la exploración se diagnostica de tiña pedis o pié de atleta.
Tras tratamiento tópico con clotrimazol e itraconazol 100mlgr/24h durante tres semanas se produce una mejoría evidente de las lesiones.
Introducción
La tiña del pie, tinea pedis o pie de atleta, es una infección micótica superficial producida exclusivamente por dermatofitos. La tinea pedis es una infección común en zonas geográficas de clima caluroso y húmedo.
Epidemiología
La tinea pedis es la micosis cutánea superficial más frecuente, de distribución mundial, que afecta a la mayoría de la población (79%) en algún momento de la vida. El riesgo aumenta con la edad, afecta más frecuentemente a los hombres pero no hay predilección por ningún grupo racial.
Entre los factores desencadenantes podemos mencionar la oclusión (calcetines de nailon, calzado deportivo), hiperhidrosis, ambientes calurosos y húmedos, insuficiencia arteriovenosa periférica, enfermedades crónicas (diabetes), uso crónico de antibióticos y corticoides tópicos o sistémicos; así como actividades deportivas que implican oclusión o humedad prolongada, como por ejemplo, esquí y natación.
Etiología
Trichophyton rubrum es el agente causal más frecuente.
Cuadro Clínico
Característicamente se aprecia maceración, eritema y vesículas en el tercer y cuarto espacios interdigitales o en la cara plantar del tercer, cuarto y quinto dedos. Las infecciones del espacio interdigital pueden ser la puerta de entrada de infecciones más graves como erisipela y celulitis en pacientes predispuestos.
Se pueden distinguir cuatro formas clínicas: interdigital, hiperqueratósica crónica, inflamatoria o vesiculoampollar o ulcerativa.
La forma interdigital habitualmente es causada por T. rubrum, es más pruriginosa y es frecuente en ambientes calurosos y húmedos.
Habitualmente puede haber colonización por bacterias gramnegativas, grampositivas y Cándida.
La forma hiperqueratósica crónica generalmente es causada por T. rubrum, T. mentagrophytes var interdigitale y E. floccosum.
La forma inflamatoria vesiculoampollar, así como la forma ulcerativa, es más frecuentemente causada por el dermatofitos zoofílico T. mentagrophytes var mentagrophytes.
Diagnóstico
Para establecer el diagnóstico debe practicarse:
– Examen directo: debe recolectarse material del fondo de la fisura o del techo de la ampolla/vesícula mediante cuchilla de bisturí n.º 15 o bastoncillo. Transportar a portaobjetos, añadir solución de KHO al 20 – 30% con tinta Parker, dejar actuar algunos minutos o acelerar el proceso mediante calor durante algunos segundos. Examinar en el microscopio de luz óptica para identificar las hifas septadas de dermatofitos.
– Cultivo para hongos: permite la identificación morfológica de la especie
de hongo.
– Cultivo y antibiograma: permite descartar y tratar adecuadamente
infecciones bacterianas asociadas.
Diagnóstico diferencial:
El diagnóstico diferencial debe incluir infecciones por otros hongos como Scytalidium, Fusarium y Cándida, bacterias como Staphylococcus aureus, Corynebacterium minutissimum y gramnegativos, habitualmente Pseudomonas.
Tratamiento
Las medidas terapéuticas deben incluir:
1. Corrección de los factores predisponentes: secar correctamente los espacios interdigitales después de la ducha, baño o actividades deportivas, cambiar al menos dos veces al día el calzado.
2. Uso diario matutino de antifúngicos en polvo, por ejemplo bifonazol, en los calcetines y zapatos.
3. Tratar la infección bacteriana asociada.
4. Baños con solución de permanganato de potasio en dilución 1:9.000, 1-2 veces/día o con cloruro de aluminio al 20-30%, una o dos veces al día en caso de lesiones muy inflamatorias con secreción serosa o purulenta.
5. Añadir antibiótico tópico según el resultado del cultivo y antibiograma.
6. Uso de antimicóticos tópicos: bifonazol, clotrimazol. Bifonazol, con sólo una aplicación diaria de crema o solución durante un promedio de tres semanas, consigue tasas de respuesta micológicas superiores al 94% en tinea pedis.
7. Uso de antimicóticos sistémicos: griseofulvina, imidazol, itraconazol o terbinafina en casos extensos o muy sintomáticos como en la variedad inflamatoria, recidivas, falta de respuesta al tratamiento tópico y pacientes con factores de riesgo (diabetes, insuficiencia arterial
o venosa periférica).
8. Tratamiento de otras micosis asociadas, sobre todo onicomicosis.
Bibliografía
1. Hay RJ. Bacteria and foot infections. J Eur Acad Dermatol & Venereol 2004; 18 Supl: 120.
2. Habif TP. Pié de atleta. En: Clinical Dermatology. 4th ed. St.Louis: Mosby,2004:45.
3. Braun-Falco O, Plewig G, Wolff HH, Burgdorf WHC, ed. Dermatology, 2.ª ed. Berlín: Springer, 2000.
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